Sunshine: Alerta solar
Dirigida por: Danny Boyle
Con: Cillian Murphy, Chris Evans
Es el año 2057, el sol está muriendo, la humanidad se enfrenta a la extinción, ante
esta amenaza se decide lanzar al espacio una nave, el Icarus, que transporta una serie de bombas atómicas lo suficientemente
poderosas como para hacer renacer el sol al explotar dentro de él. Una primera misión ha fracasado misteriosamente y solo
queda otra oportunidad, el Icarus II, cuyos tripulantes se enfrentarán a lo desconocido y a sus propios miedos para salvar a la tierra.
Esta es la premisa de “Sunshine: Alerta solar”, la nueva cinta del director
Danny Boyle (Trainspotting), que de la mano de un puñado de actores casi desconocidos e impactantes imágenes espaciales nos
presenta esta extraña historia de ciencia ficción.
Sunshine ha obtenido resultados decepcionantes en prácticamente todos los países
donde se ha estrenado, y la razón es que se trata de una película lenta e incoherente, cuyo guión roza en no pocas ocasiones
el ridículo.
El propio tono de la cinta resulta demasiado sombrío y silencioso, lo cual en una
sala de cine provoca un efecto somnífero que solo se supera en la parte final, cuando un giro en la historia logra despertarnos
del marasmo en que el mismo director nos había sumido durante la primera hora.
Dentro de los puntos a favor cabe resaltar la música, hipnótica y profunda, así como
las espectaculares imágenes del Sol y de la nave, que vistas en una pantalla de gran tamaño resultan sobrecogedoras.
En conclusión se trata de una película mediocre y en gran parte aburrida a la que solo alcanzan a rescatar (en parte) el climax y las escenas del sol. Habrá que verla solo si no
queda ninguna otra opción en el cine.