Shrek Tercero
Dirigida por: Chris Miller, Raman Hui
Con: Eugenio Derbez
Por fin llegó a México la esperadísima tercera parte del mayor cuento de hadas jamas
contado. Shrek Tercero arribó a las salas mexicanas precedido de una enorme expectación que la cinta no alcanza a cumplir.
La trama se desata cuando, tras la muerte del Rey de Muy Muy Lejano, Shrek y Fiona
deben asumir el gobierno, tarea por demás desagradable para el ogro verde, que se verá obligado a buscar al otro posible heredero,
un escuálido muchacho llamado Arturo, al tiempo que lidia con las complicaciones psicologicas de su próxima paternidad.
Las malas noticias llegan cuando, apoyado por todos los villanos de los cuentos de
hadas, el “Príncipe Encantador” efectúa un golpe de estado para nombrarse como el nuevo rey. A partir de ese momento
nuestros héroes tendrán que sortear una serie de complicaciones para evitar el triunfo de Encantador y su villana pandilla.
La premisa de la película resulta interesante y casi hasta el final, Shrek Tercero
resulta suficientemente entretenida, sin embargo, la culminación de la cinta no alcanza la calidad esperada y se hunde irremediablemente
en el tedio, llevándonos a un fin decididamente anticlimático, que no logra rescatar ni siquera la psicodélica animación que
acompaña a los créditos.
En cuanto a la animación se refiere, Shrek 3 logra sorprendernos con niveles de realismo
que hace apenas unos meses hubieran resultado impensables. La música está bien escogida, aunque no tanto como la de las primeras
2 películas y el “score” de Harry Gregson Williams pasa sin pena ni gloria.
El doblaje nuevamente es bastante bueno y el guion contiene a lo largo del film algunos
buenos chistes que por momentos le devuelven la frescura a una saga que parece haberse agotado.
¿Vale la pena verla? Sí, pues aunque es menos buena que las dos primeras sigue siendo
una opción digna de tomarse en cuenta a la hora de ir al cine, pues al final del día, con todo y corona, Shrek sigue siendo
el mismo ogro verde y gruñon que tomó al mundo por sorpresa un verano cualquiera, hace ya 6 años.