Inconveniente
Por:
Gerardo Enrique Garibay Camarena
9-julio-07
El
pasado 7 de julio, cientos de artistas y miles de personas se reunieron en los conciertos de “Live Earth”, organizados
entre otros por el ex Vicepresidente de los Estados Unidos, Al Gore, que ha pasado los últimos años recorriendo el mundo con
su conferencia acerca del calentamiento global, recientemente convertida en un documental llamado “Una verdad inconveniente”.
Y
es que en tiempos recientes el cuidado del planeta ha pasado de ser un asunto científico a una bandera política y un mero
articulo de moda. ¿En que mejoró la ecología con los conciertos del Live Earth? En nada, por supuesto; de hecho los dichosos
conciertos crearon aún más contaminación, lo cual no parece preocupar a los organizadores y a artistas que participaron ahí
no tanto para “crear conciencia” sino para hacerse publicidad a costa de un grave problema al que nadie, empezando
por los ecologistas, parece tomar lo suficientemente en serio.
Al
Gore y el resto de los ecologistas de supermercado hablan del “deber moral” que tenemos hacia el cuidado de la
ecología, lo cual resulta poco creíble proviniendo de personas que apoyan el materialismo y el aborto, escuchar a estas personas
referirse a la moral y la ética resulta un poco como oír hablar a López Obrador del respeto a las instituciones, simplemente
se oyen falsos, ni ellos se lo creen.
Nadie
puede dar lo que no tiene; si como sociedad estamos asesinando a nuestros propios hijos ¿Cómo vamos a proteger a los de otras
especies?. Si no nos respetamos a nosotros mismos como seres humanos es imposible que respetemos a los animales o a los arbolitos.
El
deterioro ecológico se ha incrementado en buena parte a causa del consumismo desbocado que los liberales, ahora convertidos
en patrocinadores del movimiento ecologista, han provocado. La cultura del “más tienes más vales” detonó una espiral
de desperdicio y acumulación que se ha visto reflejada en la sobreexplotación de los recursos naturales. A esto hay que sumar
la corrupción e incompetencia de los gobiernos del tercer mundo, que han hecho del cuidado del ambiente un mero elemento de
sus discursos.
Las
intenciones de los liberales al hablar acerca del deterioro ecológico son bastante cuestionables, pero el problema es real.
Más allá de si realmente estamos viviendo un “calentamiento global” es terriblemente claro el daño que nuestras
sociedades industrializadas están provocando en el planeta.
Es
tiempo de dejarnos de divagaciones hippies y asumir en forma sensata la responsabilidad que tenemos en el deterioro del medio
ambiente. No se trata de “karmas”, sino de acciones concretas, no es cuestión de “dejar fluir la energía
cósmica” sino de dejar de desperdiciar la energía eléctrica, la solución no es “entrar en equilibrio con el universo”
sino construir un equilibrio entre nuestras necesidades y los recursos disponibles, la naturaleza no es nuestra madre, sino
más bien nuestra hermana pequeña y está a nuestro cuidado.
Debemos
promover el desarrollo sustentable respetando al entorno natural, y para lograrlo no necesitamos de conciertos de rock, sino
de una cultura que empiece defendiendo el valor de la vida humana. Si no lo hacemos las consecuencias serán devastadoras.
Es una verdad inconveniente, pero incuestionable y más nos vale entenderla.
http://sinmediastintas.tripod.com garibaycamarena@hotmail.com