Imposible
Por: Lic. Gerardo Enrique Garibaycamarena
01-Octubre-2007
En un lejano día de 1969, la universidad de California
y el Instituto de Investigaciones de Standford, en los Estados Unidos, se interconectaron a través de un sistema de redes
conocido como ARPANET, constituyendo el inicio de lo que hoy conocemos como Internet. Seguramente ninguno de los científicos
que trabajaron en aquel proyecto llegó a imaginar el alcance y la influencia que ese acontecimiento tendría en la historia
de la humanidad.
Y es que en tan solo 38 años, la “red de
redes” pasó de 2 a cientos de millones de conexiones, transformando para siempre la forma en que nos informamos, nos
divertimos e interactuamos; al poco tiempo la reducción en el tamaño (y el costo) de las computadoras trajo consigo una explosión
en el número de PC’s, y junto con sorprendentes adelantos en el software, acercó el anteriormente elitista mundo de
la computación al ciudadano promedio.
De ahí que a finales de los años 90’s surgieron
innumerables compañías basadas en Internet, llamadas “punto com”, cuyo precio en el mercado de valores se elevó
a niveles estratosféricos, producto de la nueva fiebre del oro que se gestaba en el ciberespacio; el resultado era inevitable,
más temprano que tarde, cuando las ganancias no llegaron en las cantidades esperadas, los capitales especulativos acabaron
abandonando a las empresas virtuales, provocando la quiebra de muchas de ellas y el inicio de una pequeña recesión global
que aún sufrimos.
Sin embargo, a pesar del tropezón que representó
el fin de la “burbuja” de las punto com, la cultura de Internet ha seguido avanzando con paso firme, llegando
a cada vez más lugares y convirtiéndose en un auténtico terremoto que cimbra los paradigmas de la vida en sociedad, no solo
en los aspectos técnicos o comerciales, sino también en los políticos.
Muestra de ello lo tenemos en la importancia del
internet en las precampañas norteamericanas rumbo a los comicios del 2008, que han incluido debates organizados por páginas
web; nuestro país no está exento de este cambio, recordemos que durante las elecciones del 2006, mientras en televisión éramos
mudos testigos de campañas acartonadas, plásticas y, no pocas veces, cínicas, en la red pudimos como ciudadanos participar
activamente de la polémica electoral, a través de foros, blogs, sitios especializados, etc., en muchas ocasiones el verdadero
debate no lo dieron los ampulosos intelectuales de Televisa o los candidatos tipo McDonalds, sino internautas anónimos, sin
otro interés que el de expresar sus puntos de vista y contrastarlos con los de los demás.
Es ya un hecho, el monopolio televisivo sobre la
información, que sufrimos durante casi 50 años, está llegando a su fin, pues siendo el Internet un medio infinitamente más
democrático (al que prácticamente todos tienen acceso sin necesidad de contar con millones de dólares y un poderoso grupo
político para obtener una concesión) es solo cuestión de tiempo antes de que se convierta en el principal punto de referencia
para las noticias y el acontecer político.
No cabe duda, la masificación de internet representa
una auténtica revolución técnico-cultural, la mas importante desde la invención de la imprenta hace más de 500 años, por lo
que es necesario aprender a vivir con esta nueva herramienta, pero sin dejarnos dominar por ella, ahora el reto es canalizarla
para bien, pues a estas alturas sustraerse de internet ya no es una opción, sería impráctico, indeseable, e imposible.
http://sinmediastintas.tripod.com garibaycamarena@hotmail.com