Beowulf
Dirigida por: Robert Zemeckis
Con: Ray Winstone, Angelina Jolie, Anthony Hopkins
Basada en uno de los más importantes escritos de la Europa
medieval y dirigida por Robert Zemeckis, el exitoso director de Forrest Gump y la trilogía de Regreso al Futuro, Beowulf se
convirtió rápidamente en una de las películas más esperadas de la temporada invernal, y la impaciencia por verla no hizo sino
aumentar cuando se dio a conocer que estaría protagonizada entre otros por Angelina Jolie, sin embargo, el resultado final
semeja apenas un intento de principiante.
Beowulf narra la historia del héroe que lucha con el monstruo Grendel para evitar
que este, a causa de una ¿infección? en el oído, siga masacrando a los nativos cuando estos hacen ruido de más ¿?. Sin embargo
el propio Beowulf será tentado por el malvado espíritu representado por una dorada y apenas cubierta Angelina Jolie y sus
actos tendrán consecuencias.
El póster de la cinta declara “El orgullo es la maldición”, pues ciertamente
Zemeckis y su equipo pueden estar seguros de que no sufrirán de ninguna maldición, pues hay muy poco en Beowulf de lo que
puedan sentirse orgullosos, la animación es poco creíble, semejante más a las caricaturas de bajo presupuesto para TV por
cable que a lo que en cine nos han mostrado últimamente compañías como Dreamworks y Pixar.
A esto hay que sumarle un guión absolutamente infame, a consecuencia del cual el espectador
se mantiene siempre ajeno a los personajes: no importa que tragedias ocurran, nunca llegan a importarnos lo suficiente como
para tomarlas en serio. Además, la violencia representada en Beowulf (de la que disfrutarán mucho más quienes vean la película
en 3-D) resulta al verla en una pantalla normal apenasen “storyboard” de 300, esa muy buena película sobre Esparta
estrenada hace unos meses con bastante menos publicidad y mucho mayor éxito.
Entre lo rescatable de Beowulf vale destacar la actuación de Angelina Jolie y la música
compuesta por el siempre talentoso Alan Silvestre, pero a pesar de ello la suma final de la cinta es ampliamente negativa,
resultando una decepción más que se abona un frío, muy frío invierno cinematográfico.