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La larga marcha

La larga marcha

Por: Gerardo Enrique Garibaycamarena

21-Enero-2008

 

Es un largo y tortuoso camino, tan difícil que muchos lo inician pero pocos lo concluyen. No, no me refiero a aquella travesía encabezada por el genocida Chino Mao Zedong, sino a las elecciones presidenciales de los Estados Unidos.

 

Este es un tema que no debemos desatender, pues el resultado del proceso electoral en nuestro vecino del norte tendrá enormes consecuencias en el escenario internacional, y por supuesto, estas serán incluso mayores para nosotros.

 

El camino inició formalmente el 3 de enero en el estado de Iowa, donde los miembros de cada partido votaron por el que quieren sea su candidato, dicho proceso se repetirá, con algunas, variantes, en los demás estados de la Unión Americana para que, finalmente, a finales de agosto (el partido Demócrata) y principios de Septiembre (el Republicano) nombren oficialmente a los aspirantes que contenderán el 4 de noviembre para suceder a George W. Bush.

 

Del lado Demócrata la competencia está centrada en Hillary Clinton y Barack Obama; Hillary ha ganado en Nueva Hampshire y Nevada, mientras que la gran oportunidad de Obama se encuentra en Carolina del Sur, donde el voto afroamericano podría otorgarle un triunfo que catapulte sus posibilidades de obtener la candidatura de su partido.

 

En cuanto a los Republicanos solo una palabra puede definir su proceso electoral: caos, mientras la otrora favorita candidatura de Giuliani se hunde en espera de remontar en Nueva York o California, otros contendientes, como Mc Cain, Romney o Huckabee se fortalecen en el gusto del electorado.

 

Tras el triunfo Demócrata en las elecciones legislativas del 2006 muchos daban como un hecho la victoria de este partido en el proceso que ahora inicia, sin embargo el partido Republicano ha logrado recuperar el impulso y podría, a pesar del mayoritario rechazo a la administración Bush, mantener el poder durante 4 años más.

 

De ganar el partido Demócrata el ejército norteamericano saldría (total o parcialmente) de Irak, con las terribles consecuencias que esto supondría no solo para aquel país, sino para toda la región, pues, si los norteamericanos se van antes de tiempo, Irán tomará el control de la zona, convirtiéndose en una amenaza, por inicio de cuentas, para el resto de los países musulmanes.

 

Es proverbial  la debilidad de los gobiernos Demócratas en política exterior, por lo que un triunfo de este partido significaría un Estados Unidos más débil en medio de un panorama internacional crecientemente hostil, y, estando como estamos, atados a lo que le ocurra a los norteamericanos, también nosotros saldríamos perjudicados.

 

Respecto al tema de la migración las opiniones en ambos partidos son relativamente similares, con apoyo generalizado al muro fronterizo y a programas de legalización condicionada; Gane quien gane, la aprobación de una reforma migratoria con México estará sujeta a complejos equilibrios de poder y requerirá de años de negociación y diplomacia por parte de ambos gobiernos, algo similar ocurre con el otro gran tema binacional: el narcotráfico, al final del día el resolver estos temas pendientes será, igualmente, una larga marcha.

 

http://sinmediastintas.tripod.com                                           garibaycamarena@hotmail.com

Sin medias tintas, opinión y análisis sociopolítico

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