Dos tipos de cuidado
Por: Gerardo Enrique Garibaycamarena
9-Junio-2008
Con este articulo comenzamos una serie de análisis en que, durante los meses por venir, nos referiremos
al proceso electoral de los Estados Unidos, que tendrá lugar el próximo dos de noviembre, abarcando diversos aspectos de la
contienda, los candidatos y los partidos.
La
primera pregunta que surge respecto a la renovación presidencial norteamericana es: eso está pasando en otro país ¿por qué
habría de interesarnos?. La respuesta es que sí nos debe importar, pues los Estados Unidos no son solo un vecino más, sino
la nación más poderosa del planeta; las decisiones que allá se tomen tendrán repercusión directa en el resto del mundo y con
mucha mayor razón en nuestro país, que comparte con ellos una frontera de más de 3,000 kilómetros de extensión.
Por lo pronto, tras casi seis meses de contiendas internas, los dos
partidos principales cuentan ya con los candidatos que les representaran en los comicios por venir, y solo un suceso extraordinario
evitará que John McCain sea el abanderado Republicano y Barack Obama el Demócrata.
John McCain, cuya campaña atravesaba una seria crisis apenas hace un año, remó contra corriente para derrotar a los
favoritos Mitt Romney y Rudolph Giuliani en las elecciones internas de su partido, con base en un discurso franco y una imagen
de liderazgo forjado en las dificultades (entre las que se cuentan varios años como prisionero de guerra en Vietnam), además
es considerado como un político con experiencia, pues lleva más de 20 años en el Senado estadounidense, donde se ha ganado
un gran prestigio por sus éxitos en el trabajo bipartidario, es decir, que incluye tanto a legisladores Republicanos como
Demócratas, lo que le hace atractivo a aquellos norteamericanos que están hartos de la polarización y buscan una opción de
acercamiento entre las dos principales fuerzas políticas.
Del otro lado, Barack Obama también vino de atrás, pues apenas hace unos meses la mayoría de los analistas daban por
descontado el triunfo de Hillary Clinton; sin embargo, el discurso de Obama, centrado en el cambio como solución a los problemas,
combinado con el apoyo recibido de buena parte del ambiente artístico y la rigidez de la campaña de Clinton, le han permitido
a Barack convertirse a estas alturas en el virtual candidato demócrata a la Presidencia.
Ambos políticos cuentan con astucia, inteligencia y muy buenos equipos de campaña, por lo cual el proceso electoral
resultara altamente competido y cualquier error puede resultar fatal. De entrada McCain debe luchar contra la loza que significa
el desprestigio de la Administración Bush y la inestable situación económica, mientras que Obama, cuyos triunfos en lo que
va del año se han basado más en la retórica que en las propuesta de políticas públicas concretas, enfrentará un mayor escrutinio
de sus proyectos, una revisión que, según algunos especialistas, no logrará superar.
Esperemos en todo caso una contienda interesante, pues estos dos tipos de cuidado darán batalla y es mejor estar atentos.
garibaycamarena@hotmail.com
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