El triunfo del gatopardo
Por: Gerardo Enrique Garibay Camarena
10-Noviembre-2008
Terminó. Por fin, después de casi dos años de rumores, discursos y mercadotecnia, el Partido
Demócrata se impuso con claridad en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, poniendo fin a 8 años de administración
republicana.
Las más de 100,000 personas que se reunieron en el parque Grant de Chicago para celebrar el arribo
de su paisano Barack Obama a la Casa Blanca estaban felices, para algunos el momento representó la culminación de la lucha
por los derechos civiles, para otros, el fin del desastroso periodo de Bush, para todos, la esperanza de cambio.
Y es que no se necesitan grandes dotes analíticas para darse cuenta de que los Estados Unidos
enfrentan una profunda crisis social y económica, que el gobierno de Washington es enorme e ineficiente o que los grupos de
presión bloquean la ejecución de la verdadera voluntad popular, de ahí el gran arrastre que tuvo el lema de la campaña demócrata.
El problema es que, por inicio de cuentas, no todo cambio es bueno. Las políticas de Obama, proponiendo
distribuir la riqueza en lugar de promover la creación de nueva riqueza, además de incrementar el gasto gubernamental en casi
un trillón de dólares son parte de una receta populistoide que ya ha fracasado alrededor del mundo.
Además, para cambiar los viejos vicios en la forma de hacer política no basta ni mucho menos
con retórica y discursos. Se requiere de acciones decididas, concretas y de largo plazo. Consciente o subconscientemente,
quienes dentro o fuera de Estados Unidos simpatizan con Obama esperan una drástica renovación a partir de enero próximo y
se van a ver muy decepcionados, pues la tarea de derrotar a los grupos de poder que dominan los intríngulis de la “grilla”
americana requeriría, aún con un líder sincero, de muchos años de trabajo.
Para el recuerdo y el estudio de los académicos quedan las innovaciones traídas por la campaña
demócrata, entre las que destaca el uso masivo de las posibilidades que brindan el internet y las redes sociales, que servirán
de ejemplo para futuras contiendas electorales alrededor del mundo, así como la desesperada lucha de McCain, que se enfrentaba
no solo a Barack Obama, sino también al rechazo de los americanos a la administración de su co-partidario George Bush y la
creciente crisis económica, al grado de que, según la encuesta de salida elaborada por CNN, la mitad de los electores están
muy preocupados por el tema financiero, y de ese porcentaje un 60% eligió a Obama.
Barack no tiene pretexto, cuando a partir del 20 de enero asuma la Presidencia de los Estados
Unidos contará con el apoyo de amplias mayorías de su partido en ambas cámaras del Congreso, de modo en que las decisiones
de gobierno serán su responsabilidad y no podrá escudarse en el típico “quiero pero no me dejan”.
Obama y compañía tienen 4 años para demostrar que son algo más que palabras, pero, considerando
los primeros nombres que se barajan para su equipo este ha sido solo el triunfo del gatopardo, impulsando el cambio para que
todo siga igual.
Garibaycamarena@hotmail.com http://sinmediastintas.tripod.com