TRAGICOMEDIA
ZAPATISTA
Por:
GERARDO ENRIQUE GAIBAY CAMARENA
18/01/05
El día 11 de enero, durante
uno de sus viajes de trabajo por el sur de la republica mexicana, concretamente en el municipio de Benemérito de las Américas
en el estado de Chiapas el presidente Vicente Fox señalo que el zapatismo estaba quedando en el pasado, a esta declaración
reaccionaron diversos actores políticos, como Leonel Godoy censurando al presidente, pero lo cierto es que Fox tiene razón.
El
zapatismo salió a la luz publica un ya distante 1 de enero de 1994; asesinando a alrededor de 100 indígenas y policías municipales;
tras dos semanas de tiroteos con el ejercito se replegó, desde ese momento comenzó un nuevo conflicto, la guerra de la publicidad;
potenciada por los famosos diálogos encabezados por Manuel Camacho y Samuel Ruiz,
además el EZLN busco acercamientos con la campaña del entonces candidato PRDista Cuahutemoc Cárdenas y unos meses después
realizar una consulta nacional tendiente a convertirse en fuerza política; recibieron
el apoyo unánime de las izquierda y el de todos los alborotadores profesionales no priistas, así como el de una parte de la
sociedad mexicana pero de ahí en mas el EZLN ha transitado en forma inevitable
por el camino hacia el olvido.
Tras
su incursión de enero de 1994 donde tomaron un puñado de municipios de la serranía chiapaneca, el EZLN se aisló en sus “zonas
liberadas” las cuales convirtió en “municipios autónomos”,
en su propio coto de poder. Establecidos en los altos de Chiapas pero incapaces
de extenderse mas allá, los zapatistas se contentaron con “concienciar” a buenas o a malas a los campesinos a quienes toco la mala fortuna de caer en las garras de este movimiento, existen, aun
hoy en día, decenas de denuncias sobre los asesinatos y tropelías cometidos por
el marcos y compañía las cuales los “defensores” indígenas y las onegès ignoran olímpicamente.
Con
el tiempo “marcos” y su movimiento se alejaron de la simpatía del
ciudadano medio manteniendo su popularidad solo entre los indigenistas y los
miembros mas recalcitrantes de la izquierda (prestos a apoyar a cualquiera capaz
de tomar un arma para hacerles revivir sus sueños de juventud); la fuerza del zapatismo desapreció.
Cuando
diversos medios de comunicación publicaron que en el poblado de la realidad (presunto cuartel general zapatista) se encontraban
decenas de europeos que ordenaban a los indígenas no hubo mayor sorpresa; ya había quedado claro que el zapatista no era un
movimiento de indígenas sino de blancos empresarios del “turismo revolucionario” que usan a los indígenas como
carne de cañón para su negocio.
La
verdadera estocada final al EZLN se dio el dos de julio del 2000 cuando, por primera vez en la historia del país un presidente
de la republica fue electo democráticamente, una de las “justificaciones” del zapatismo carecía ahora de fundamento;
México era ya un país democrático, y no había necesitado de la guerrilla plástica zapatista para lograrlo.
El
“zapatour” fue algo así como el festín funerario de el movimiento al que Carlos Fuentes llamara “la primera
guerrilla del siglo XXI”; el sub no se atrevió a presentar su postura ante el congreso, ni a visitar al presidente,
el mayor acto que celebraron los zapatistas fue un triste mitin en una zona lateral
de la torre de rectoría de la UNAM donde se dieron cita, según diversas estimaciones apenas 20,000 personas mientras que en
las campañas electorales personajes como Diego Fernández, Cuahutemoc Cárdenas, etc habían logrado reunir a cerca de 100,000
simpatizantes, marcos regreso a la sierra aun mas débil.
En
tiempos recientes y desesperado por atraer la atención nacional e internacional, “marcos” ha llegado ha extremos
tan lamentablemente patéticos como manifestar su apoyo al grupo terrorista vasco ETA (organización que ha mostrado por marcos
el mas claro de los desprecios) o retar a un debate al juez Baltasar Garzón (mundialmente reconocido entre los defensores
de derechos humanos por su persecución del exgobernante chileno Augusto Pinochet); desvaríos como los anteriores han alejado
a marcos de la poderosa izquierda europea y aun de los sectores sensatos de la izquierda nacional.
Aquel
primero de enero de 1994 los zapatistas prometieron llegar hasta la Ciudad de México, hoy sabemos que no llegarán mas allá
de Ocosingo; México ha demostrado ser mas maduro que otros países latinoamericanos, aquí sabemos que la guerra civil en nada
beneficia, entendemos que no es a través de la confrontación militar sino del desarrollo económico, educativo y social como
una región puede salir del atraso.
Los
problemas de pobreza en Chiapas existían hace 11 años y siguen existiendo ahora pero los chiapanecos no están dispuestos a
perder la paz a cambio de seguir un espejismo. Los esfuerzos de los gobiernos
federal y estatal a través del programa oportunidades comienzan a dar sus frutos, el zapatismo forma parte de una historia
a la que no se debe regresar, ha sido rebasado por los cambios democráticos en nuestro país, ya es parte de nuestro pasado,
aunque no le guste a Paco Taibo.