Ensalada oaxaqueña
Por: Lic.
Gerardo Enrique Garibay Camarena
23/08/06
En los
últimos días hemos venido presenciando un alarmante incremento en la violencia que se registra desde hace unos meses en el
estado de Oaxaca, donde un grupo de pseudo maestros mantienen un conflicto con el gobierno estatal. Dicho enfrentamiento no
tiene para cuando acabar, y es que en esta "ensalada oaxaqueña" se reunen los 3 ingredientes necesarios para crear un
ambiente de inestabilidad y caos.
1)
Un gobierno ineficiente y pandilleril: El Gobierno de Oaxaca se ha destacado por ser todo menos efectivo
para combatir los graves problemas que atraviesa la entidad y, peor aún, ha cometido actos dignos de pandillas de arrabal,
como los ataques en contra del periódico “Noticias” hace algunos meses. De igual modo se ha comportado en la actual
crisis, recurriendo a métodos que son a partes iguales delincuenciales e inútiles, como los ataques en contra de los maestros,
efectuados por policías municipales la madrugada del martes 22 de agosto y que cobraron la vida de una persona.
2)
Organizaciones sociales radicales y mezquinas: El conflicto en Oaxaca surgió a causa de las peticiones
de los maestros de aquel estado (que de por sí cuentan con prestaciones mayores a la media nacional), pero detonó con la creación
de la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca, un grupo radical con tendencias claramente marxistas, cuyos integrantes no han
dudado en tomar a todos los habitantes del estado como rehenes de su conflicto con el Gobernador Ulises Ruiz, llegando a extremos
como el boicot de la Guelaguetza, que ocasionó terribles daños financieros a la frágil economía oaxaqueña, o la suspensión
intermitente del servicio de transporte urbano, que desquicia las vidas de millones de ciudadanos inocentes.
3)
Una impotente sociedad civil: Los esfuerzos de la sociedad civil para frenar esta crisis se redujeron
a unas pocas manifestaciones al inicio del conflicto, a partir de entonces se han limitado a esperar escondidos que pase la
tormenta, permitiéndole al gobierno y los manifestantes que cometan toda clase de tropelías.
Hoy Oaxaca
es víctima del choque de intereses entre un Gobierno del Estado dirigido por auténticos gorilas y una organización radical
de izquierda a la que no le importa destruir la estructura económica del estado a cambio de derrotar al Gobernador Ulises
Ruiz. A todo lo anterior hay que añadirle una casi inexistente sociedad civil organizada, que sufre en silencio los atropellos
de ambos grupos.
Resolver
el conflicto requerirá seguramente de la renuncia de Ulises Ruiz y de la intervención decidida del gobierno federal, para
cumplir con las demandas de la APPO y de este modo negociar el rescate de los varios millones de oaxaqueños secuestrados por
los intereses sectarios de un grupo de alborotadores.
La lección
principal que debemos aprender del ejemplo oaxaqueño es que necesitamos una sociedad organizada que limite los excesos del
gobierno y que le cierre la puerta a grupos como la APPO que buscan el poder a cualquier costo. Si no hacemos caso, pronto
“disfrutaremos” de una “ensalada oaxaqueña”... en todo el país.
garibaycamarena@hotmail.com www.sinmediastintas.cjb.net