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Critica escrita por: Gerardo Enrique Garibay Camarena
para: sinmediastintas.tripod.com
La dama en el agua es la mejor película de Shyamalan hasta el momento, con excelentes actuaciones
y una trama muy profunda.
Si usted quiere salir del cine con algo más que una indigestión por el consumo excesivo de palomitas
de maíz, La Dama en el Agua debe ser su primera opción.
La historia comienza cuando Cleveland Heep, (Paul Giamatti) quien es el conserje de un edificio de apartamentos, conoce a
una misteriosa joven llamada Story (Bryce Dallas Howard). Story no es una humana, sino una Narf, una Ninfa marina enviada
para desatar una serie de sucesos en beneficio de la humanidad. Pronto, Cleveland, junto con algunos de los habitantes del
edificio, luchará para ayudar a Story a cumplir con su misión y regresar sana y salva a su mundo, al tiempo que Heep se perdona
a sí mismo y se reconcilia con su turbador pasado.
Se trata de una cinta que no es apta para cínicos; si usted entra con ánimo
incrédulo a la función pasará las dos horas más aburridas de su vida, pero si le permite a Shyamalan que lo guíe a través
de la historia saldrá del cine con esperanza y alegría.
La Dama en el Agua es acerca de la inocencia
y el perdón, de la esperanza y la lucha, de la unión y la amistad. Es, sin duda alguna, la película más poderosa del año.
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Crítica escrita por Desson thompson para el Washington Post
Traducida por: Gerardo Enrique Garibay Camarena
Cuándo una pálida y supernatural criatura llamada Story (Bryce
Dallas Howard) emerge de la alberca de un edificio de apartamentos de Filadelfia a los brazos del sorprendido superintendente
Cleveland Heep (Paul Giamatti), quien descubre que ella necesita protección, pero ¿de qué? Lentamente se da cuenta que su
invitada es una Narf, una ninfa que ha viajado a la tierra para encontrar a un hombre de gran importancia. Sin embargo no
se atreve a dejar el apartamento de Cleveland debido a las criaturas que merodean
los alrededores.
Cleveland busca ayuda de su vecino coreano Young-Soon Choi (Cindy Cheung) y su madre, Mrs. Choi (June Kyoko Lu), una
irritable anciana que conoce –gracias a las historias que oyó cuando niña- todo acerca de las Narfs, los Scrunts y terribles
bestias con forma de monos conocidos como tartutics. Cleveland, una persona resignada
a arreglar cañerías toda su vida, comprende rápidamente que tiene a su alcance algo importante, una misión, y él acepta el
reto.
M. Night Shyamalan nunca le ha temido al riesgo; la variablidad de su trabajo, desde el sublime “Sexto
sentido” a la desastrosa “La Aldea” es muestra de esa valiente sensiblidad. Si la meta final es el entretenimiento,
La Dama en el Agua entusiastamente se eleva a la tarea.
En una película cargada con el suficiente simbolismo, chamanismo
y mitología, Shyamalan nunca se olvida de la diversión. En el centro de esto está Giamatti, cuya actuación lo coloca entre
los favoritos para la época de premiaciones. Él (Giamatti) crece con cada papel y aquí uno se da cuenta de la gran capacidad
expresiva de sus ojos, furtivos, tímidos, misteriosos, cavilantes y siempre hechizados.
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Crítica
escrita por Peter Travers para Rolling Stone
Traducida
por: Gerardo Enrique Garibay Camarena
Todo mundo se está mofando tanto de M. Night Shyamalan que me gustaría decir que La Dama en el Agua, basada en una historia que hizo
para sus hijos, es su reivindicación, pero estaría mintiendo. La película es confusa, con demasiados personajes y una penosa
falta de emociones, talento y coherencia. Aún así el talento Shyamalan es real. El Protegido
me parece criminalmente subestimada. Lo que hace trastabillar a La Dama –el cuento de una ninfa marina llamada
Story (Bryce Dallas Howard), atrapada bajo la alberca de un edificio de apartamentos de Filadelfia- es la injustificada convicción
de Shyamalan de que lo que quiere decir acerca de la fe y la vida está en la pantalla; Pues no está. Story depende del intendente
Cleveland Heep (Paul Giamatti, cuya actuación es poco menos que excelente) para salvarla de las criaturas que no quieren que
ella vuelva a casa, pero ¿porqué?. No busquen respuestas. Encontraran solo misteriosas referencias y personajes representados
por buenos actores (Jeffrey Wright, Bill Irwin) que apenas y se notan. Pero si La Dama es un fallo para Shyamalan –cualquier
director que no se venda los tiene- es también el trabajo de un director de nacimiento.
Un nuevo libro, titulado El hombre que oía voces, de Michael Bamberger, nos dice que Shyamalan
se enfureció tanto cuando Disney rechazó su guión que se vengó llevándose a La Dama en el Agua a los estudios de la Warner.
Ya sea que usted crea o
no que la gente de Disney haya tenido razón al rechazar a La Dama en el Agua –y tenían sus motivos- es difícil simpatizar
con un estudio que no se atreve a arriesgarse con un director que les ha hecho ganar millones aún con cintas menores como
La Aldea. Tras ver La Dama en el Agua uno sale del cine pensando que aún hay en la mente de Shyamalan voces que vale la pena
escuchar.
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